Hace unos cuantos años me regalaron la típica agenda con
su pareja a juego en versión mini agenda de teléfonos. Y al cabo de un
par de años esta última se quedó obsoleta, pero me daba pena tirarla así que la
guardé hasta que se me ocurrió esta idea.
(Si lo hacéis os aconsejo fotografiar cada paso para tener referencias visuales a la hora de montar el trabajo final).
¡Bien! Para empezar despegué con cuidado el papel que embellecía la cubierta, e hice una plantilla a escala natural con ayuda de un lápiz y una regla. La escaneé y con ayuda de Photoshop coloqué una imagen para la nueva cubierta y la imprimí, (también tenéis la opción de calcar o dibujar algo en el papel a mano alzada). Para darle más resistencia plastifiqué el papel con forro adhesivo para libros y posteriormente recorté la silueta e hice sus correspondientes cortes en las lengüetas.
El segundo paso fue tomar medidas de las cartulinas que aportaban rigidez a la cubierta por dentro, para hacer unas piezas iguales sobre un cartón de rigidez similar que tenía por casa. Recorté las piezas y cuando estuvo preparado el papel que adornaría la agenda pegué los cartones con cola líquida para papel (aplicar una capa fina y con cuidado) en sus correspondientes espacios, y a continuación pegué también las solapas. Para que el acabado fuese más “fino” puse unos libros encima para asegurarme de que se pegaba todo bien.
El tercer paso consistió en desmontar el librillo (las páginas) de la agenda original sin romper las hojas para calcarlas también a escala natural y preparar su correspondiente juego de plantillas. Yo en este caso hice las hojas a mano, pero podéis escanear las plantillas y editarlas en el ordenador. Las recorté con cuidado, las coloqué y cosí en despunte por ambas direcciones (primero hacia arriba y después hacia abajo).
El cuarto pasó es mucho más sencillo, puesto que sólo hay que recortar una hoja un poco menor al tamaño del interior de la cubierta para embellecerlo, y luego dos hojas más del mismo tamaño pero dobladas por la mitad verticalmente y pegando sólo unos de los lados (el que corresponda a su lado de la cubierta). La parte de estos papeles “extras” que dan al interior se deja sin pegar ya que se adherirán solo por las esquinas al librillo de la agenda. Pegando también la parte del lomo del librillo de la agenda con la parte interior del lomo de la cubierta, (aseguraros de saber cómo tenéis que colocar las piezas antes de pegarlas).
Y por último tan solo recorté con unas tijeras los bordes del librillo que sobresalían para que quedasen igualados una vez seco el pegamento.
(Si lo hacéis os aconsejo fotografiar cada paso para tener referencias visuales a la hora de montar el trabajo final).
¡Bien! Para empezar despegué con cuidado el papel que embellecía la cubierta, e hice una plantilla a escala natural con ayuda de un lápiz y una regla. La escaneé y con ayuda de Photoshop coloqué una imagen para la nueva cubierta y la imprimí, (también tenéis la opción de calcar o dibujar algo en el papel a mano alzada). Para darle más resistencia plastifiqué el papel con forro adhesivo para libros y posteriormente recorté la silueta e hice sus correspondientes cortes en las lengüetas.
El segundo paso fue tomar medidas de las cartulinas que aportaban rigidez a la cubierta por dentro, para hacer unas piezas iguales sobre un cartón de rigidez similar que tenía por casa. Recorté las piezas y cuando estuvo preparado el papel que adornaría la agenda pegué los cartones con cola líquida para papel (aplicar una capa fina y con cuidado) en sus correspondientes espacios, y a continuación pegué también las solapas. Para que el acabado fuese más “fino” puse unos libros encima para asegurarme de que se pegaba todo bien.
El tercer paso consistió en desmontar el librillo (las páginas) de la agenda original sin romper las hojas para calcarlas también a escala natural y preparar su correspondiente juego de plantillas. Yo en este caso hice las hojas a mano, pero podéis escanear las plantillas y editarlas en el ordenador. Las recorté con cuidado, las coloqué y cosí en despunte por ambas direcciones (primero hacia arriba y después hacia abajo).
El cuarto pasó es mucho más sencillo, puesto que sólo hay que recortar una hoja un poco menor al tamaño del interior de la cubierta para embellecerlo, y luego dos hojas más del mismo tamaño pero dobladas por la mitad verticalmente y pegando sólo unos de los lados (el que corresponda a su lado de la cubierta). La parte de estos papeles “extras” que dan al interior se deja sin pegar ya que se adherirán solo por las esquinas al librillo de la agenda. Pegando también la parte del lomo del librillo de la agenda con la parte interior del lomo de la cubierta, (aseguraros de saber cómo tenéis que colocar las piezas antes de pegarlas).
Y por último tan solo recorté con unas tijeras los bordes del librillo que sobresalían para que quedasen igualados una vez seco el pegamento.